Pon crudos en tus platos
En la misma línea con lo anterior, los alimentos crudos tienden a refrescar el cuerpo y por eso mismo es que cuesta tomarlos cuando las temperaturas están bajas. De hecho, en invierno pueden resultar difíciles de digerir, sobre todo si eres de los que tienen frío interno. Pero en verano esto cambia y es buena idea zambullirse en el mundo de los crudos para, de paso, beneficiarse de sus ventajas nutricionales. Básicamente dos: contienen enzimas digestivas y sus nutrientes no son destruidos a través de la cocción, sino que quedan intactos . Y si no te apetecen los crudos, intenta al menos potenciar cocciones más cortas como los salteados ligeros o los escaldados.
Los alimentos crudos, además de refrescar nuestro organismo, tienen 2 grandes ventajas: facilitan la digestión y, al no estar cocinados, son más nutritivos.
Toma bebidas que hidraten de verdad
En verano debemos ser muy cuidadosos con nuestra hidratación ya que hay que compensar la pérdida de agua y minerales por el sudor. Lo que es importante entender es que no todas las bebidas hidratan verdaderamente.
Existen bebidas como las alcohólicas o el café, que tienden a producir todo lo contrario. Optaremos, en cambio, por beber agua, zumos de fruta, horchata.
Los tés son más frescos que el café y, entre ellos, los menos fermentados (verde y blanco ) son más frescos que los más fermentados (rojo y negro). Un té verde a temperatura ambiente, con unas gotas de limón, es una buena opción de bebida durante el verano.
Todos conocemos la importancia de hidratarnos en verano, pero no todas las bebidas valen: el agua, los zumos de fruta, la horchata y los tés verde y blanco son las que mejor te ayudarán a hidratarte.
Por su parte, una alimentación hidratada (alimentos que absorben agua durante la preparación, como cereales y legumbres) también es una manera de aportar líquidos y electrolitos a nuestro cuerpo.
Para acabar, recuerda que tu piel necesitará una atención especial durante estos meses de mayor exposición solar (¡ponte al sol!). Algunos alimentos te ayudarán a cuidarla: sandía, albaricoque, pimiento rojo, tomate
De hecho, todas las frutas y verduras de color rojo son ricos en licopenos , un carotenoide con gran actividad antioxidante que defiende la piel contra los radicales libres de la radiación solar y promueve las defensas naturales de la piel . Además, son alimentos muy refrescantes que disfrutarás tomando en momentos de calor.