Hoy te explicaré qué debes tener en cuenta a la hora de comprar tu chocolate y en qué cantidades tomarlo para que puedas beneficiarte de él.
Las bondades del chocolate para la salud ya eran apreciadas por las civilizaciones precolombinas, llegando a ser considerado un regalo divino y utilizado como moneda de intercambio. Veamos algunas de las propiedades nutricionales del chocolate .
Rico en antioxidantes
El chocolate es rico en minerales , destacando el manganeso, cobre, magnesio y hierro. Aunque, por su contenido en oxalatos, no puede ser considerado una buena fuente de hierro.
También contiene vitaminas del grupo B . Pero, como se trata de sustancias muy sensibles al calor, un chocolate que haya sido sometido a temperaturas superiores a 45ºC (cualquier chocolate que no tenga la etiqueta Raw) no será tampoco una buena fuente de este tipo de micronutrientes.
Lo que más destaca es su contenido en antioxidantes. En este sentido, se ha visto que el chocolate tiene numerosas sustancias protectoras y una mayor actividad antioxidante que muchas frutas, incluidos los frutos del bosque.
Mejora la resistencia a la insulina
Otro aspecto del chocolate es que ha demostrado capacidad para reducir la resistencia a la insulina . Esto se debe a la presencia de polifenoles y, evidentemente, no funciona si el chocolate lleva un exceso de azúcar.
Lee la etiqueta
Un chocolate verdadero lleva 3 ingredientes: manteca de cacao, cacao en polvo o pasta de cacao y azúcar . También, según el caso, puede llevar algún saborizante como la vainilla y un emulsionante que suele ser la lecitina de soja. La leche no es un ingrediente necesario.
Si quieres un chocolate puro, la lista de ingredientes debería estar encabezada por el cacao y en último lugar el azúcar.
La cantidad de azúcar del chocolate variará según su porcentaje de cacao , es decir, un chocolate que tiene 80% de cacao tendrá aproximadamente 20 g de azúcar por 100 g.
En mi opinión, un buen chocolate comienza a partir del 80% de cacao. Por un lado, porque a menos cacao, más de azúcar (y no queremos mucho azúcar); y, por otro lado, porque a menos cacao, menos polifenoles y antioxidantes. No te fíes de la etiqueta “chocolate puro”, lee los ingredientes.
Limita su consumo
El chocolate es muy calórico y tiene sustancias estimulantes . Tomarlo con mesura es una condición importante si quieres beneficiarte de él (y no perjudicarte). Verás que esto es mucho más fácil si el chocolate en cuestión es puro.
Respetuoso con el medioambiente y con las personas
Mirar los ingredientes es clave. Pero también es fundamental que utilicemos un criterio de respeto a la hora de escoger nuestro chocolate, pues los principales cultivos del cacao se sitúan en países en desarrollo y con legislaciones que dejan lugar a un uso muy poco sostenible de los recursos naturales (y humanos).
Otro aspecto clave para cuidar a la vez el medioambiente y la calidad del producto es que la producción sea ecológica.
El cultivo convencional de cacao permite el uso de muchos agrotóxicos y, también, de hasta un 5% de grasas vegetales, más baratas que la manteca de cacao. Cuando el chocolate está elaborado a partir de cacao de cultivo ecológico, nos aseguramos que no estén presentes estas sustancias perjudiciales para la salud.
Para que se cumplan estos requisitos, debemos entender que tendremos que pagar un precio, probablemente más alto del que estamos acostumbrados.
En este como en otros casos, la frase de Michael Pollan “paga más y come menos ” es muy acertada. Los consumidores estamos sumergidos en un confuso modelo económico y de producción que nos ha generado la falsa idea de que deberíamos comer mucho por poco dinero, descuidando por completo la calidad y el origen del alimento. Un chocolate convencional que es tan barato para nosotros, puede ser demasiado caro para las generaciones futuras.