Chlorella y Espirulina
Además de las anteriores
recomendaciones, incorporar algas de agua dulce en nuestra alimentación puede ser una muy buena decisión para ayudar a nuestro hígado y salud en
general.
Incorporar algas de agua dulce en nuestra alimentación puede ser una muy buena decisión para ayudar a nuestro hígado y salud en general.
La Chlorella
es un alga de color verde azulado y pertenece al género de microalgas
unicelulares. ¡Es la fuente con mayor concentración de
clorofila ! Además, es rica en vitaminas del grupo B y tiene un gran poder antioxidante
y desintoxicante , ya que es capaz de captar los tóxicos y facilitar su eliminación a través de las heces. De hecho, es usada por algunos terapeutas como tratamiento
de desintoxicación al retirar amalgamas. Por si fuera poco, también es capaz de
regular el sistema digestivo , otro aspecto esencial a la hora de ayudar a
nuestros órganos a trabajar correctamente.
Por otro
lado, la Espirulina es también una gran detoxificadora de la sangre y
rica en hierro y clorofila (nos ayuda a eliminar metales pesados), pero
destaca especialmente por su capacidad para fortalecer la inmunidad , aumentando
la producción de anticuerpos y citoquinas. Eso sí, en los casos de patología
autoinmune se debería ir con cuidado al consumirla porque puede estimular en exceso.
Así pues, combinar ambas algas para que actúen en sinergia puede
ser una estupenda opción para poder disfrutar de todos sus beneficios.
Y como hemos mencionado,
los órganos por sí solos tienen la capacidad de luchar contra los tóxicos, así
que no es cuestión de hacer una limpieza únicamente una vez al año, sino de
mantener unos hábitos saludables de forma habitual.
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Artículo publicado en www.bioecoactual.com