1. Templa 150 ml. de agua y añade la levadura y la panela, combina y deja que repose la mezcla 10 minutos. Añade a un bol la mezcla de harinas y almidón. Haz un agujero en medio del bol y añade el psyllium, el agua con levadura activada y el resto de agua. Luego añade la sal. Con ayuda de tus manos comienza a amasar. Cuando la masa se haya convertido en una masa más manejable (a los 5-8 minutos) añade los arándanos y las nueces picadas y sigue amansando durante un par de minutos más.
2. Forma una bola y colócala en un bol, tapa el recipiente con un trapo y deja que repose en un lugar cálido hasta que doble su volumen. (Esto puede llevarte entre 2-4 horas, dependerá de la temperatura de tu casa).
3. Pasadas estas horas, la masa ha crecido considerablemente. Introduce los dedos, ves que se hunden con facilidad, está tierna y delicada y la masa no se queda pegada a los dedos. Está lista para pasar al molde final. Vierte la masa de nuevo en una superficie enharinada, amasa unos segundos, pellizca la masa y ve doblándola hacia adentro, como cerrando una flor, para formar la hogaza. Prepara un cuenco con un paño y cubre ese cuenco de harina. Añade la hogaza con la parte lisa hacia abajo y el atadillo hacia arriba. Cubre de nuevo con un trapo y dejamos fermentar en nevera hasta que doble el tamaño de nuevo.
4. Precalienta el horno a 250º y coloca una bandeja apta para horno un nivel más abajo de lo que colocarás el pan. Vierte tu hogaza sobre una tabla con papel de hornear. Dale unos cortes y métela al horno. Añade agua (como una taza, taza y media) en la bandeja que has introducido antes para que mantenga un ambiente húmedo (esencial para tener una corteza crujiente).
5. Hornea a 250º calor arriba y abajo y sin ventilador, durante 10-15 minutos (vigila que no se tueste demasiado la parte de arriba del pan). Luego ve bajando la temperatura de 10º en 10º hasta llegar a 210º y hornea durante 30-35 minutos.
6. Apaga el horno cuando pase el tiempo y deja reposar la hogaza unos 10 minutos dentro. Luego enfría en rejilla y espera unas horas antes de cortar.
7. Para conservar fresco, guarda el pan a temperatura ambiente, en un lugar seco, almacenado con un trapo o en una bolsa de tela que le permita respirar y conservar la humedad.