Panes proteicos, ¿qué son?

Un pan normal, integral, de harina de trigo o centeno, ya de por sí aporta una buena cantidad de proteínas (entre 12-15%, lo que equivale a 8-10g de proteínas en solo dos rebanadas de pan). Pero, los panes que proporcionan una mayor cantidad de proteínas, normalmente 20% o más, se les llama "panes proteicos" o también "panes ricos en proteínas", y pueden aportar entre 15-20 gramos de proteínas en dos rebanadas.

¿ Cómo aumentar el contenido de proteínas en el pan?

Para convertir el porcentaje de proteínas de un pan “normal” (12-15%) al de un pan “proteico” (20-30%), solo basta con sustituir una parte de la harina de cereal por otro ingrediente o ingredientes ricos en proteínas. Aquí algunos ejemplos:

• Harina de soja o de otras legumbres

• Proteína de soja o de guisante

• Proteína de trigo (gluten)

• Semillas y frutos secos

Sería ideal que el pan tuviera una mezcla de varios de estos ingredientes, ya que eso aumentaría la diversidad de nutrientes y, por lo tanto, mejoraría la composición de la microbiota intestinal. 

No son solo proteínas

Al agregar al pan alguno o varios de los ingredientes mencionados en el apartado anterior, no solo aumentamos la cantidad de proteínas, sino que también la de minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra (que son parte de estos alimentos).

¿Para quién son más interesantes?

Si bien es cierto que todos podemos beneficiarnos de sus propiedades y valor nutritivo, este tipo de pan resulta especialmente interesante para personas con altas necesidades de proteínas:

• Deportistas. Es genial tras el entrenamiento o competición, cuando las proteínas son esenciales para la reparación y construcción de nuevo músculo. Se puede usar para preparar un bocadillo de tempeh o de crema de cacahuetes, por ejemplo, que añaden aún más proteínas a esa comida.
  
  

• Embarazadas y las que dan el pecho. Principalmente, en el tercer trimestre de gestación, cuando el feto crece de manera muy rápida y las necesidades de proteínas aumentan en unos 25-30 g/día, pero muchas veces es complicado comer el volumen de alimentos necesario para un aporte óptimo de proteínas. ¡Y ojo! Porque las proteínas no solo van a ser usadas por el feto para su propio crecimiento, sino que la madre también las necesita para proteger sus huesos, preparar su masa muscular para el parto y producir la cantidad extra de hemoglobina, anticuerpos y otras proteínas de la sangre.
  

• Personas convalecientes de una enfermedad o de una cirugía. Ambas situaciones aumentan el catabolismo y la destrucción de proteínas, y además suelen acompañarse de períodos de ayuno o de ingesta limitada. Las proteínas son imprescindibles para que se cicatricen heridas, se recupere masa muscular, se produzca colágeno para la piel y se refuerce el sistema inmunitario. ¿Vas a visitar a un familiar en el hospital? Pues en vez de bombones, llévale uno de estos panes y ayúdale con su recuperación.
  

• Personas mayores. En la vejez, se necesitan menos calorías que en otras edades, pero sí más proteínas. La razón es porque con la edad, las proteínas no se aprovechan tan bien. Como las personas mayores acostumbran a comer menos, es muy importante que sus alimentos tengan una mayor concentración de proteínas para compensar. En esta etapa de la vida, las proteínas mantienen los huesos fuertes y una buena masa muscular, y esto los protege frente a las caídas, fracturas óseas y frente a la sarcopenia, un síndrome típico de esta edad que se basa en debilidad, cansancio, falta de energía y problemas de coordinación y equilibrio.



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Artículo publicado en www.bioecoactual.com