1. Corta la calabaza en dados,
añádela a una bandeja apta para horno con un poco de aceite de oliva y una
pizca de sal. Hornea a 180ºC durante 15-20 minutos o hasta que quede
tierna (el tiempo dependerá del tamaño de los dados). Una vez tierna, deja
enfriar y retira la piel.
2. Mientras la calabaza se hornea, prepara la pasta. Añade los tagliatelle a una olla con agua hirviendo con sal y cocínalo a tu gusto. Si los quieres al diente, 6 minutos o 8 minutos si los prefieres más tiernos. Escurre y reserva.
3. Agrega la calabaza asada a una batidora junto con la bebida vegetal de avena, la levadura nutricional y una pizca de sal. Tritura hasta obtener una consistencia súper cremosa. Ajusta la densidad de la salsa añadiendo más líquido si lo ves necesario.
4. Pasa la salsa a una sartén grande y calienta a fuego medio. Añade las espinacas para que se cocinen unos minutos en la salsa caliente. Incorpora los tagliatelle y mezcla bien. Agrega un poco de queso por encima al momento de servir.