Según la base de datos Mintel
Global New Products Database, el lanzamiento de nuevos productos etiquetados como “plant-based”
ha aumentado en un 302% entre 2018 y 2022. A partir de este
crecimiento, se prevé que el mercado podría crecer hasta llegar a los
160 mil millones de dólares en 2030, lo que supone una tasa de crecimiento
anual del 12%.
Pero
hay que prestar atención a un detalle: aunque los productos plant-based
están diseñados para imitar la experiencia de consumir carne o lácteos, su
público principal no son los veganos, sino los flexitarianos. Aquellos que buscan reducir su consumo de productos de
origen animal por razones de salud o sostenibilidad, pero sin renunciar por
completo a ellos.
Muchas marcas
evitan usar el término vegano y usan el anglicismo plant-based,
convencidas de llegar así a un público más amplio y evitar rechazos.
Esta tendencia
se ha hecho atractiva porque responde al deseo de llevar un estilo de vida más sostenible, saludable y consciente, y de ser reconocido por ello. Aquí las
campañas de marketing han jugado un papel clave, usando a influencers
y figuras públicas.
Entonces, ¿estamos ante una revolución alimentaria o simplemente una moda pasajera?
Hay
elementos que sugieren ambas cosas. Por un lado, los lanzamientos limitados
(por corto tiempo o solo en algunas ciudades) de productos
100% vegetales que hacen algunas cadenas de comida rápida, generan curiosidad y
sensación de novedad y exclusividad, lo que dan lugar a una alta demanda temporal (características propias de una moda).
Por otro lado, el hecho de implantar los
“lunes sin carne” en muchas instituciones públicas y adoptar menús
vegetales en escuelas y hospitales apuntan a un cambio más profundo en
los patrones alimentarios.
Pero a diferencia del mercado de productos plant-based,
que parece ser un fenómeno impulsado principalmente por modas y tendencias, el
veganismo como filosofía es mucho más que una cuestión de alimentación. Este
movimiento, basado en principios éticos que rechazan la explotación animal,
sigue extendiéndose en todo el mundo, aunque a un ritmo más pausado, silencioso y sostenido.
Tipos de consumidores
A pesar de que ambos son imprescindibles para la expansión del veganismo, el consumidor flexitariano y el vegano no son iguales.
Flexitarianos: son consumidores ocasionales de productos veganos, influidos por tendencias, modas, apetencia, disponibilidad y precio. Representan el motor
principal del crecimiento del mercado plant-based, ya que sorprendentemente, la mayoría de las compras de
productos veganos son realizadas por consumidores no veganos. Estos contribuyen a popularizar los productos veganos y a
normalizar su presencia en el mercado.
Veganos: son un nicho más reducido y exigente, pero también más leal. Para ellos, el consumo de productos veganos no es opcional, sino que responde a
principios éticos y es una extensión de su filosofía de vida. Su impacto en las
ventas no es tan amplio como el de los flexitarianos, pero son el núcleo del
movimiento que impulsa la creación de alternativas verdaderamente coherentes
con el veganismo.Sea por el motivo que
sea, lo cierto es que el plant-based cada vez está en boca de más gente. ¡Gracias por formar parte de la revolución!
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Artículo publicado en www.bioecoactual.com