En general, todos los aceites vegetales son ricos en sustancias antioxidantes cuya función principal es evitar la oxidación celular que se produce como producto de la actividad de los radicales libres. Esto se traduce en una gran capacidad para prevenir el envejecimiento prematuro de los tejidos, para proteger de tumores, y también para retardar el enranciamiento del propio aceite.
Cuidados caseros y usos
Los aceites vegetales requieren de cuidados especiales tanto en su uso como en su conservación, pues podrían estropearse y volverse nocivos para la salud. Básicamente debemos tener en cuenta 2 aspectos.
Por un lado, no deben exponerse a altas temperaturas . Las excepciones a esto son el aceite de oliva virgen y el aceite de coco virgen, con alta tolerancia al calor -son más resistentes- y, por ello, son los ideales para saltear o cocinar los alimentos. Pero, el resto de los aceites vegetales, como el de lino, girasol o sésamo, son extremadamente sensibles al calor, y es muy importante que sean utilizados en crudo: sobre una ensalada, un batido verde, para aliñar verduras cocida...
A excepción del aceite de oliva y el de coco, el resto de aceites vegetales son demasiado sensibles al calor, por lo que es mejor usarlos en crudo.
A la hora de conservar el aceite , también debemos tener en cuenta que se oxidan no solamente en contacto con el calor, sino también (a menor ritmo) en contacto con el oxígeno, la luz y la humedad. Por tanto, lo ideal será que mientras no los utilicemos estén guardados en un envase cerrado y en algún lugar resguardado de la luz, la humedad y el calor . La nevera puede ser un buen lugar para reservarlos, o también una alacena fresquita.
Mejor ecológicos y prensados en frío
Otro aspecto que marcará una diferencia importante entre un producto de calidad y uno que no lo es, es su método de elaboración. Los consumidores de aceites vegetales deberíamos vigilar que su producción sea respetuosa con el medio ambiente extraído idealmente a partir de frutos ecológicos- y que, para obtenerlo, se utilicen procedimientos mecánicos a partir de la extracción en frío , para así evitar que sus ácidos grasos se estropeen y sean perjudiciales para la salud.
Es importante escoger aceites vegetales prensados en frío, pues esta técnica de extracción permite la conservación de los ácidos grasos.