Dicho esto, es verdad que existen algunas preparaciones que no admiten este tipo de endulzante . Si necesitas endulzar tu café, por ejemplo, difícilmente te vaya a servir un trozo de plátano (personalmente me gusta echarle canela, pero entiendo que a más de uno no le tiente la idea).
En el mundo de los azúcares, existe un abanico de posibilidades, que va desde el barato y malísimo azúcar blanco hasta otras opciones que, utilizadas con moderación, son mucho más interesantes, como el azúcar de coco.
Mismo poder endulzante, pero sin picos insulínicos
El azúcar de coco es un tipo de azúcar que se obtiene por calentamiento del néctar de la flor del coco . Tiene un ligero y delicioso aroma a caramelo y no sabe a coco. Su poder endulzante es similar al del azúcar blanco , es decir que, a la hora de preparar las recetas que llevan azúcar o endulzar el café, no hace falta cambiar las cantidades.
El azúcar de coco tiene un poder endulzante muy similar al azúcar blanco, por lo que es muy fácil de reemplazar.
Entre sus nutrientes, destacan las vitaminas del grupo B, el fósforo y el magnesio . Pero, su principal cualidad , desde el punto de vista nutricional es su bajo contenido en fructosa y su índice glucémico muchísimo menor al del azúcar blanco, aproximadamente la mitad. Esto significa que su ingesta no provocará subidas abruptas de insulina y que la energía que aporte será más estable. Su contenido en inulina (un tipo de fibra) enlentece la absorción de la glucosa y favorece una mejor microbiota intestinal.
La principal ventaja del azúcar de coco es su índice glucémico bajo. Es decir, su consumo no provoca picos de insulina, y la energía que proporciona es más estable y duradera.