Los pseudocereales provienen de semillas de flores, a diferencia de los cereales que son el fruto de espigas de gramíneas. Su nombre se debe a que, aunque pertenecen a plantas de diferentes familias, su aspecto, uso culinario (como harina o grano) y propiedades nutricionales son similares a los de los cereales.
Existen varios tipos, de los cuales los más conocidos son el amaranto, la quínoa y el trigo sarraceno o alforfón.
Los pseudocereales son en realidad semillas de flores con propiedades nutricionales semejantes a las de los cereales.
Algunas características de los pseudocereales y mi favorito
Una primera característica muy importante de nuestros pseudocereales es que poseen un mayor valor nutricional que los cereales. Así, por ejemplo, los pseudocereales destacan por su riqueza en aminoácidos, lo que los convierte en grandes aliados de las dietas bajas en proteína animal.
Por otro lado, se trata de alimentos más fáciles de digerir y, por tanto, menos problemáticos para quienes lo cereales significan un problema a este nivel.
Además, ¡y muy importante!, los pseudocereales no contienen gluten . Como ya hemos explicado en otras ocasiones, se trata de un punto a favor de éstos, pues el gluten no tiene ningún interés en la dieta, para nadie. El gluten daña e inflama las paredes intestinales, con todas las consecuencias para la salud que esto puede tener.
Una de las mayores ventajas de los pseudocereales es que no contienen gluten, siendo aptos para dietas celíacas.
En mi podio de los pseudocereales se encuentra con gran ventaja el trigo sarraceno o alforfón.
Este alimento de origen asiático tiene un índice glucémico medio-bajo, de modo que su consumo no provoca picos altos de azúcar en sangre. Así, por ejemplo, un desayuno que reemplace el trigo convencional por el alforfón (en forma de pan, por ejemplo) será mucho más conveniente, pues nos evitará subidas y bajadas energéticas poco interesantes.
El trigo sarraceno, además, tiene afinidad con nuestro sistema digestivo y es una alternativa genial para quienes tienen problemas por permeabilidad o inflamación de la mucosa del intestino. Asimismo, posee una fibra que alimenta nuestra microbiota intestinal y que, por tanto, contribuye con una mayor salud a nivel global.
Finalmente, es un alimento rico en sustancias antioxidantes (destaca la rutina) que, conjuntamente con su fibra, son grandes aliados de la salud cardiovascular y sistema circulatorio.
El trigo sarraceno es uno de los pseudocereales con mayores beneficios para nuestra salud: tiene un bajo índice glucémico, aporta una gran cantidad de fibra y es rico en antioxidantes.