Existen abundantes maneras de prepararlos y seguramente escogeremos una u otra en función de la estación del año. En invierno apetecen más las preparaciones de cuchara y preferiremos las cremas o los purés; y en menor medida los crudos, que podrían enfriarnos aún más. En cambio, ahora en verano, es al revés: nos tientan más los vegetales sin cocinar, crujientes, frescos, en forma de ensalada, por ejemplo.
Beneficios de comer crudo
Las ensaladas y, en general, los vegetales crudos, son especialmente interesantes desde el punto de vista nutricional por varios motivos. Principalmente porque, al no haber sido sometidos al calor de una cocción, conservan mejor sus propiedades : sus vitaminas, antioxidantes, minerales, enzimas, quedan prácticamente intactos y, por tanto, son altamente nutritivos . Además, se trata de alimentos que conservan toda su energía vital , un atributo que también agradecerán nuestras células.
Las ensaladas son platos muy nutritivos, pues al no someter al calor sus ingredientes, conservan prácticamente intactos todos sus nutrientes.
La mejor manera de tomar nuestras ensaladas
Cuantos más colores consigamos en nuestra ensalada, más antioxidantes tendrá . Los pigmentos de los vegetales tienen diferentes propiedades según la tonalidad. Por ejemplo, los de color naranja nos dan betacarotenos, muy interesantes para el cuidado de la piel y mucosas. Es por esto que, un primer criterio que utilizaremos a la hora de preparar nuestro plato de crudos será conseguir muchos colores.
Luego es muy importante vigilar con qué los acompañaremos. Aquí tenemos la oportunidad de añadir aún más nutrición a nuestro colorido plato o, todo lo contrario. Así que ojo.