(Para 30 falafels)
1. Para hacer falafel tenemos que organizarnos, ya que es necesario dejar en remojo los garbanzos un mínimo de 24 horas antes de ponernos manos a la obra. Es muy importante ir vigilando que no se queden sin agua durante este tiempo.
2. Cuando los garbanzos estén en su punto, los trituramos, pero sin llegar a hacer puré. Reservamos.
3. A continuación, ponemos en el procesador las cebollas, los ajos, el perejil y el cilantro, y lo picamos todo bien. Lo añadimos a los garbanzos que teníamos reservados.
4. Incorporamos también las especias, la sal, la levadura y la harina de garbanzo y mezclamos bien con ayuda de una cuchara (o con las manos limpias). Que no nos dé miedo si vemos la masa un poco húmeda, porque luego quedará estupenda y jugosa. Con que podamos manejarla será suficiente.
5. Dejamos reposar la masa mínimo durante media hora.
6. Ahora es el momento de empezar a hacer bolitas. Para ello vamos cogiendo masa con ayuda de una cuchara y le vamos dando forma redonda. Las aplastamos un poco y reservamos.
7. En este punto podemos pasar a cocinar nuestros falafels: podemos freirlos en abundante aceite de oliva caliente o hacerlos al horno (20 minutos aproximadamente). Fritos quedarán súper jugosos; horneados más sequitos.
8. Otra opción es congelarlos: así tendremos un plato estupendo listo para otro día.
9. Podéis servirlos con tahina, salsa de yogur, chutney de mango y acompañarlos de ensalada, verduritas O también podéis preparar deliciosos bocadillos con pan de pita.
10. ¡Que los disfrutéis!