La alimentación de las civilizaciones precolombinas ya se basaban en harina de maíz tostado. Y en la otra cara del mundo, la harina de cebada tostada sigue siendo una parte fundamental de la dieta tibetana. En estos últimos años, desde las Islas Canarias, el gofio ha cruzado el mar y ahora también se produce y se consume en la península. Esto ha sido, en gran parte, debido al aumento de interés por este alimento milenario que ha revivido en los últimos años, tanto por su calidad nutricional cómo gastronómica.
El gofio no es más que una harina de cualquier cereal tostado que en ocasiones se combina con harina de legumbres tostadas, como de garbanzos, habas o incluso soja. En este no es más radica su virtud más grande. Es un alimento mínimamente procesado, al cual el tostado no le quita ninguna propiedad nutricional, más bien mejora su digestibilidad y su conservación.
Una ¼ parte de la alimentación de los adultos y la de los niñ@s a partir de 2 años, debe estar constituida por cereales, y la mayor parte deben de ser integrales. El gofio es una forma estupenda de incorporar más cereales integrales a nuestra dieta.
El motivo es que los cereales integrales, proporcionan energía de manera continuada durante las horas siguientes a su ingesta, evitando así los picos de azúcar e insulina en sangre, que se da en nuestro organismo cuando comemos azúcar, harinas refinadas o alimentos azucarados.
Además, como conservan el germen y el salvado, no solo aportan fibra, sino también una considerable cantidad de vitaminas del grupo B, vitamina E, hierro, magnesio, selenio y otros minerales y fitoquímicos con propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias.
El consumo diario de cereales integrales puede proteger de enfermedades como artritis, asma, gota, enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y frente a enfermedades neurodegenerativas.
Numerosos estudios han demostrado que consumir cereales integrales a diario es sinónimo de mayor longevidad y un 20-25% de menor riesgo en enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Por lo que incorporar el gofio en nuestros platos, es una forma excelente de añadir más cereales integrales a nuestra dieta.
El gofio de cualquier cereal o mezcla de ellos le añade espesor y consistencia a los potajes y a las sopas de verduras. Hay mil y una manera de incluir el gofio en nuestra dieta, tanto en platos dulces como en salados; solo hace falta empezar.
Artículo publicado en www.bioecoactual.com
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