Beber es vital
El agua es un nutriente esencial; esto significa que el organismo no la produce en las cantidades necesarias y que, por tanto, debemos obtenerla a través de la dieta, es decir, bebiéndola directamente o a través de alimentos hidratados.
Nuestro organismo no produce agua en las cantidades que necesita, por eso es tan importante obtenerla a través de la dieta.
La deshidratación aparece cuando el organismo no tiene la cantidad de agua que debería tener y puede ser más o menos grave o, incluso mortal, ya que el agua tiene funciones vitales para nuestro organismo. Algunos signos de que podríamos estar deshidratados son piel seca y resquebrajada, ojos que pican, orina de color oscuro, estreñimiento, debilidad, cansancio.
Pero no todos los líquidos hidratan. Aunque den una sensación momentánea de calmar la sed, algunas bebidas van en sentido contrario a nuestra correcta hidratación. Veamos.
Qué bebidas nos hidratan y cuáles no
A la hora de escoger nuestra bebida hidratante, dejaremos de lado aquellas que contengan alcohol, los refrescos, el café, el mate y los tés. Aunque son muy diferentes entre ellas y no todas son perjudiciales para la salud, tienen en común que contribuyen a deshidratarnos y por tanto no nos interesan.
En cambio, optaremos por beber agua como primera opción o, también, infusiones, zumos naturales, caldos . Para quienes se aburren bebiendo agua (a mí un poco me pasa), siempre está la opción de saborizarla añadiendo trozos de fruta enteros, como piña o granos de granada.
Hay bebidas que contribuyen a deshidratarnos, como los refrescos, el café o el té.
Y si lo que se busca es una bebida isotónica, el agua de coco es una solución, aunque es cierto que no es la más sostenible. También se puede realizar una bebida isotónica casera, como la que os comparto a continuación. Mucho mejor que las bebidas isotónicas comerciales, que suelen traer un exceso de azúcares o edulcorantes artificiales.