Empecemos por el principio: ¿Qué es exactamente el gluten? El gluten es una mezcla de proteínas que contienen el trigo y otros cereales como la cebada, el centeno y la espelta o kamut (que, de hecho, son variedades más antiguas del trigo). La avena no tiene gluten en su composición, pero como en su procesamiento puede estar contaminada, es importante buscarla certificada sin gluten si queremos asegurarnos de que no lleva nada de estas proteínas conflictivas.
El gluten no afecta a todos por igual
El problema de estas proteínas es que son resistentes a nuestra digestión y, por tanto, pasan al intestino con un tamaño demasiado grande y lo dañan, provocando inflamación e hiperpermeabilidad de la mucosa. Esto comporta una serie de consecuencias a nivel de salud, en el propio sistema digestivo, pero también en otras partes de nuestro organismo, como el sistema inmunitario, respiratorio, nervioso...
La sensibilidad al gluten nos puede afectar a todos de alguna manera u otra, porque no estamos adaptados evolutivamente para digerirlo.
Los celíacos no pueden tener ningún contacto con el gluten porque la reacción que se desencadena a nivel inmunitario genera una sintomatología muy agresiva. Pero, aunque no padezcas esta enfermedad, lo mismo tienes tú y todos- algún grado de sensibilidad al gluten, sencillamente porque no estamos adaptados evolutivamente para digerirlo. Es decir, el gluten no afecta a todos por igual, pero afecta a todos.
Haz la prueba
Quizás estés pensando que tú no sientes ningún malestar cuando tomas gluten. Eso mismo pensaba yo, hasta que hice el experimento de quitarlo de mi vida durante un tiempo. La verdad es que no sabes con certeza cuánto te afecta hasta que no lo retiras. Nos hemos acostumbrado a convivir con una inflamación de bajo grado que, aunque no se manifieste de manera exagerada, sí que nos disminuye bastante la calidad de vida.
Cuando apartas el gluten de tu dieta, suceden varias cosas, relativamente rápido. Una de las primeras es que vas mejor al lavabo: consigues un mejor ritmo y heces con mejor consistencia. También, al cabo de unos pocos días, sentirás que tienes más energía, pues tu organismo no necesita hacer el esfuerzo digestivo que implica consumir gluten. Además, sentirás que tu barriga se ha deshinchado e, incluso, puede ser que hayas perdido algo de peso. Luego, pasadas algunas semanas, verás que tu piel luce mejor. Cuanto más tiempo pases sin tomarlo, más beneficios sentirás.
¿Cómo apartar el gluten en tu día a día?