Haz la prueba
Quizás estés pensando que tú no sientes ningún malestar cuando tomas gluten. Eso mismo pensaba yo, hasta que hice el experimento de quitarlo de mi vida durante un tiempo. La verdad es que no sabes con certeza cuánto te afecta hasta que no lo retiras . Nos hemos acostumbrado a convivir con una inflamación de bajo grado que, aunque no se manifieste de manera exagerada, sí que nos disminuye bastante la calidad de vida.
Cuando apartas el gluten de tu dieta, suceden varias cosas, relativamente rápido. Una de las primeras es que vas mejor al lavabo : consigues un mejor ritmo y heces con mejor consistencia. También, al cabo de unos pocos días, sentirás que tienes más energía , pues tu organismo no necesita hacer el esfuerzo digestivo que implica consumir gluten. Además, sentirás que tu barriga se ha deshinchado e, incluso, puede ser que hayas perdido algo de peso. Luego, pasadas algunas semanas, verás que tu piel luce mejor . Cuanto más tiempo pases sin tomarlo, más beneficios sentirás.
¿Cómo apartar el gluten en tu día a día?
Cuando te propones dejarlo, te das cuenta que el gluten está bastante omnipresente en la dieta . El pan, la pasta, las galletas
suelen estar elaborados a base de harinas con gluten ya que es justamente esta sustancia la que les da elasticidad y esponjosidad.
Lo primero que harás es, por supuesto, olvidarte del pan de trigo (en cualquiera de sus variedades) y, en cambio, optar por panes elaborados a partir de harinas integrales sin gluten . Siempre con moderación y de buena calidad.
La pasta , que es otro de los alimentos con los que más comúnmente tomamos gluten, puede ser reemplazada por cereales enteros o, si no quieres dejar de tomarla, elaborada con de harina de legumbres .
Con respecto al resto de productos -galletas, creps- mi recomendación es que te animes a hacerlos tú mismo para, así, poder escoger el tipo de harina y resto de ingredientes que utilizas. Existen un montón de posibilidades de desayuno o merienda que puedes hacer en tu casa . En la mía hemos reemplazado la harina de trigo, que solíamos utilizar para hacer pancakes y creps, por otras que funcionan perfectamente y que son mucho más interesantes. La harina de avena (certificada sin gluten) es nuestra favorita para hacer pancakes dulces y la de garbanzos para hacer tortitas o creps saladas.
Los pasteles, bizcochos y recetas más festivas también pueden versionarse fácilmente con harinas sin gluten. Es cuestión de probar.
Y ojo con el pasillo sin gluten
Que un alimento no lleve gluten, no significa que sea saludable . Si te animas a hacer la prueba que te propongo, procura no dejarte el dinero en el pasillo sin gluten, lleno de opciones sin gluten, pero con otras porquerías. ¡Y lee las etiquetas! Aunque lo más fiable será siempre que entres en la cocina y elabores tus recetas con los ingredientes que tú escojas.