PARA 1 PIZZA
1. Media hora antes de hacer nuestra pizza, cortamos los tomates cherry por la mitad, los salpimentamos y les añadimos orégano y un par de cucharadas de aceite de oliva. Removemos y reservamos.
2. También dejaremos macerando durante media hora los garbanzos con media cucharadita de pimentón, sal, pimienta, orégano y una cucharada de aceite de oliva.
3. Untamos la base de la pizza con las dos cucharadas de tomate frito y echamos sobre éste la levadura nutricional bien repartida.
4. Troceamos el brócoli en arbolitos muy pequeños y los disponemos en la base. Añadimos también los tomates cherry que teníamos macerando y las olivas negras.
5. Por último, incorporamos los garbanzos de forma que queden bien repartidos por toda la pizza.
6. Ponemos semillas de sésamo tostadas como topping y horneamos durante 15 minutos a 200ºC.
7. Sacamos la pizza del horno y servimos con unas hojas verdes frescas.