La primavera ha llegado y con ella una nueva posibilidad de ofrecernos a nosotros mismos aquello que más necesitamos. Si lo hacemos, estaremos aprovechando una de las oportunidades más valiosas del año para depurar nuestro organismo de los excesos acumulados y conseguir vitalidad y alegría.
¿Qué ocurre en primavera? Que nuestros órganos de limpieza se encuentran más receptivos y trabajan con más fuerza. Es por ello que la naturaleza nos regala exactamente lo que necesitamos en este momento: alimentos depurativos y afines con nuestro hígado, el gran órgano transformador de tóxicos.
Durante la primavera nuestro organismo trabaja para eliminar los excesos acumulados durante el invierno.
En esta época veremos crecer en los huertos judías verdes, espinacas, espárragos, espinacas, escarola, fresas, las últimas crucíferas y alcachofas.
Así pues, en primavera procuraremos llevar una alimentación plant based, que significa priorizar alimentos de origen vegetal, incluyendo verduras, legumbres, frutas, granos enteros, frutos secos y semillas. Estos alimentos generan menos residuos en nuestro organismo. Los productos de origen animal, en cambio, tendrán un lugar secundario en nuestro menú primaveral.
En primavera elegiremos alimentos de origen vegetal, pues generan menos residuos en nuestro organismo.
Evitaremos aquellos alimentos que tienden a ensuciar y entorpecer el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo: lácteos, harinas, azúcares, carnes procesadas... Pero también los productos de cosmética convencional, medicamentos y bebidas alcohólicas. Todos ellos dan muchísimo trabajo a nuestro organismo, que necesita limpiarse.
Durante la primavera, también es interesante tener a mano especias como la cúrcuma, el jengibre o el curry, y hierbas aromáticas como el perejil, todas ellas muy hepáticas y muy fáciles de incorporar en los platos. Algunas plantas amargas como el boldo, la alcachofera y el cardo mariano (entre otras) también pueden sernos de gran ayuda, en forma de infusión que vamos bebiendo a lo largo del día. Y el limón, cómo no, será otro de nuestros alimentos estrella durante estos meses.
La astenia primaveral no es más que el resultado de un gran y agotador esfuerzo de nuestro organismo por quitarse de encima los excesos acumulados durante el invierno. Es común sentirse cansado y apático cuando llega la primavera.
Para combatir este cansancio, lo más importante es acompañar el proceso con los alimentos que ayudan a nuestros órganos limpiadores, pero también seremos especialmente cuidadosos con el tipo de gasolina que utilicemos. Si optamos por alimentos demasiado ricos en azúcares simples, como pan o pasta, tendremos energía inmediata pero también sufriremos el consiguiente bajón o hipoglucemia reaccional, agotando aún más a nuestro organismo. En cambio, si optamos por alimentos ricos en fibra, con azúcares de absorción lenta, como tubérculos y legumbres, tendremos energía estable y duradera para apoyar el proceso de depuración primaveral.
La primavera, más que en ninguna otra estación, es un buen momento para conectar y acompañar las necesidades de nuestro organismo. Si lo haces, el reset primaveral te devolverá una gran vitalidad para hacer frente al resto del año con energía y felicidad.
Artículo publicado en www.bioecoactual.com
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