Por esta razón, la soja texturizada es un alimento muy práctico para tener en la despensa , ya que al estar deshidratada, tiene una conservación de larga duración (eso sí, mejor guardarla en un bote de vidrio) y puede resolvernos aquellos días en los que parece que no haya nada en la nevera. Por otro lado, el hecho de tener un sabor bastante neutro , lo convierte en un alimento muy versátil , que podemos combinar con infinidad de verduras y salsas.
Sin embargo, su mayor ventaja es a nivel nutricional: es rica en proteína vegetal y baja en hidratos , ya que procede de la soja, la legumbre que más proteína aporta (unos 35 gramos por cada 100 gramos). No obstante, por tratarse de soja, debemos asegurarnos de que sea ecológica y libre de transgénicos , y no abusar de su consumo, pues contiene antinutrientes que dificultan la absorción del hierro, yodo y zinc.
La soja texturizada, además de ser un alimento rico en proteína vegetal, tiene una larga conservación y es muy versátil en la cocina.
Una dieta equilibrada y saludable debe basarse en ingredientes y alimentos naturales, sin procesar, tal y como la naturaleza nos los ofrece. Sin embargo, la soja texturizada resulta un alimento muy interesante y de gran ayuda , particularmente durante las fases de transición (cuando queremos pasar de una dieta omnívora a vegana) o simplemente para aquellos que desean eliminar el consumo de carne roja sin renunciar a platos que normalmente se elaboran con carne picada, como por ejemplo, la hamburguesa.
También resulta de gran ayuda para hacer más llevadera la dieta anticándidas , que es bastante restrictiva y limitada, y puede resultar frustrante. Los ingredientes como la soja texturizada aportan flexibilidad y placer cuando se requiere ser estricto con la dieta, algo a tener muy en cuenta a la hora de buscar cualquier mejora, tanto física como emocional.