La digestión es un primer paso: para que los micronutrientes puedan atravesar la barrera intestinal y llegar al torrente sanguíneo, es necesario que los alimentos estén reducidos a sus partes más pequeñas.
El siguiente paso será asegurarnos un intestino capaz de absorber los nutrientes y llevarlos a al medio interno, desde donde realizarán sus funciones. Para ello, atenderemos a dos aspectos fundamentales: la integridad del epitelio intestinal y el equilibrio de sus habitantes.
Una mucosa intestinal íntegra
Nuestras paredes intestinales están formadas por microvellosidades en la superficie y, justo debajo, por unas células –los enterocitos, unidos por una serie de proteínas conocidas como tight junctions (uniones estrechas).
En un intestino saludable, la barrera o mucosa intestinal actúa de forma selectiva dejando entrar los nutrientes y descartando los tóxicos y macromoléculas dañinas que proceden de la digestión.
Muchas personas padecen lo que se conoce como permeabilidad intestinal , que no es más que la desaparición de las tight junctions, generando huecos a través de los cuales se cuelan patógenos, antígenos y toxinas, causando una inflamación que no solo afecta a los tejidos intestinales, sino que acaban repercutiendo en muchos otros, como la piel, las vías respiratorias, etcétera. Una gran parte de los desajustes de salud de hoy en día tiene su origen en una inflamación originada en el intestino. Esta permeabilidad puede tener lugar por varios motivos: alimentación ultraprocesada, exceso de preocupaciones, medicamentos, sedentarismo.
Mantener selladas las tight junctions
Para tener bien selladas las uniones entre nuestras células
intestinales es clave realizar una alimentación basada en alimentos
reales , pero también alejar los motivos de estrés y tener hábitos de vida saludables.
Existen, además, algunos alimentos que han demostrado reducir la permeabilidad intestinal , son los que contienen vitamina B6 , como las espinacas o las alubias , y los ricos en Zinc, como el chocolate puro , las pipas de calabaza , los cacahuetes .
Luego tenemos la glutamina, que es un aminoácido muy
efectivo para recuperar la mucosa intestinal, presente en la proteína
animal pero que también puede suplementarse.