La avena es un cereal muy nutritivo y beneficioso para nuestra salud : contiene vitaminas del grupo B, magnesio, zinc, proteínas y es rica en beta-glucanos, que ayudan a reducir el nivel de colesterol en sangre y en consecuencia, reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, durante años ha existido cierta polémica sobre si la avena podía incluirse dentro de la lista de alimentos aptos para celíacos.
¿Puede una persona celíaca ingerir avena?
La celiaquía es una enfermedad intestinal crónica que se presenta por la intolerancia al gluten en personas genéticamente predispuestas . Esta patología se manifiesta con una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado, que dificulta la absorción de los nutrientes de los alimentos.
La avena contiene pequeñas cantidades de una prolamina llamada avenina, que representa entre el 12% y 16% del total de sus proteínas. La avenina puede causar reacciones en un grupo reducido de celíacos. Por esta razón es recomendable ir aumentando lentamente la cantidad de avena libre de gluten a consumir.
Así pues, la avena puede incluirse, de forma moderada, en una dieta libre de gluten por la mayoría de personas con celiaquía. De hecho, así lo manifiesta el reglamento CE 41/2009 , que dice que la mayoría de las personas, si bien, no todas que padecen intolerancia al gluten pueden incluir la avena en su dieta alimentaria sin efectos nocivos para su salud siempre que la avena no se haya contaminado con el trigo, el centeno, la cebada u otros cereales.
En algunos países como Canadá, Estados Unidos y Suecia, la avena ya es un alimento fijo en la lista de la alimentación sin gluten.